viernes, 22 de febrero de 2008

23 días de vino

Los calendarios no engañan: si todo va bien, al Barça le quedan 23 partidos desde ahora al final de la temporada. Eso incluye 14 partidos de Liga, las semifinales y final de Copa –que jugaremos siempre y cuando el Valencia no fiche al Piojo este fin de semana-, la paliza al Celtic en casa y, por supuesto, los cuartos, semifinales y final de la Champions.
Fue Michael Jordan quien popularizó el número 23. El Pelé del básket tuvo tanto carisma, tanta ambición y tanto talento que jugadores como Henry, Ronaldinho o Bojan le señalan como ídolo. Ese mismo guarismo ha servido también como cimiento de amores ancestrales y ha acabado por tener la fuerza del 9, del 10, del 11, a pesar de que en los últimos tiempos, gentes como Beckham, Oleguer o Tamudo se han apropiado de su dorsal.
El legado de Jordan, sin embargo, pervive. Os adjunto una frase que resume su filosofía y que he recordado esta mañana viendo sudar los petos a los chavales. “If practices were harder, the actual games would be a lot more fun”. El Barça lleva quince días entrenando como si esto fuera el Piamonte, la enfermería se ha vaciado y los cracks han comprendido al fin que en cada partido se juegan el orgullo. Ya sabéis, aquello tan simple y bello de que quien no marca, no sale en las portadas.
Por eso el oráculo de los viernes me ha premiado con una cita que anuncia que esta semana disfrutaremos: "Para no ser los esclavos martirizados del tiempo, embriagaos, ¡embriagaros sin cesar! con vino, poesía o virtud, a vuestra guisa".
Brindemos por 23 días de gloria.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Sin olvidar que el 23 fue el dorsal de nuestro amado y respetado De la Peña...

gonzny dijo...

Pues hombre, te diria que entre los Beckhams Oleguers y Tamudos del mundo incluiria, incluso por encima de ellos a Joel Schumacher, pero me centro en la votacion de hoy.

Desde luego que, de las cuatro opciones que das me quedo con la D. Pero lo que me ha hecho disfrutar de verdad son las declaraciones de Mijatovic. El arbitro podria haber parado la jugada. Ja, ja, ja! Vaya lumbrera...